La auditoría obligatoria es un mecanismo de control que garantiza que las cuentas anuales de una empresa reflejan fielmente su situación económica y financiera. En otras palabras, se trata de una auditoría de cuentas realizada por un profesional independiente, cuyo objetivo es verificar que la información contable se ajusta a la realidad y a las normas establecidas.
No todas las empresas están obligadas a auditarse. Algunas lo hacen de manera voluntaria, como una forma de ofrecer mayor transparencia a bancos, inversores o socios. Y otras en cambio, deben hacerlo por obligación legal, cuando alcanzan determinados niveles de facturación, activos o número de empleados, o cuando reciben ayudas públicas o fondos europeos.
En este artículo explicamos cuándo una empresa debe someterse a una auditoría obligatoria según la normativa española vigente en 2025, qué otros supuestos generan esta obligación, qué pasos seguir para cumplir correctamente con ella y cuáles son las consecuencias de no hacerlo a tiempo.
¿Qué empresas están obligadas a auditar sus cuentas?
Según la Ley de Sociedades de Capital (artículo 263 del Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio), la obligación de auditar las cuentas anuales surge cuando, por segundo año consecutivo, la empresa cumple al menos dos de las tres condiciones siguientes:
- Importe neto de la cifra de negocios superior a 5.700.000 €
- Total del activo superior a 2.850.000 €
- Plantilla media superior a 50 empleados
Esto significa que no basta con superar los límites un solo año, sino durante dos ejercicios seguidos.
Si posteriormente la empresa deja de cumplir dos de las tres condiciones durante dos ejercicios consecutivos, dejará de estar obligada a auditarse.
Estos umbrales se mantienen en 2025, aunque se ha debatido su posible revisión para aliviar las cargas contables de las pymes.
En agosto de 2025, la CNMC y el Ministerio de Economía propusieron elevar los límites a 8 millones de euros de facturación, 4 millones de euros de activo y 60 empleados, con el fin de reducir el número de sociedades sujetas a auditoría obligatoria. Esta reforma aún no ha sido aprobada, pero conviene seguir su evolución.
¿Cuándo más es obligatoria la auditoría de una empresa?
Además de los límites anteriores, existen situaciones específicas que pueden generar la obligación de auditarse, aunque la empresa sea pequeña:
- Subvenciones o ayudas públicas: cuando se reciban más de 600.000 € procedentes de Administraciones Públicas o de fondos europeos.
- Contratos con el sector público: si el importe total supera 600.000 € y representa más del 50 % de la cifra de negocios anual.
- Financiaciones especiales: organismos como ENISA o ICO pueden exigir auditoría como requisito para conceder préstamos. En el caso de ENISA, los préstamos superiores a 300.000 € requieren tener las cuentas auditadas externamente.
- Solicitud de socios minoritarios: los socios que representen al menos el 5 % del capital social pueden pedir al Registrador Mercantil el nombramiento de un auditor, siempre que no hayan pasado más de tres meses desde el cierre del ejercicio.
- Entidades con regulación específica: mutualidades, sociedades anónimas deportivas, gestoras de fondos, cooperativas de crédito, sociedades de garantía recíproca, entre otras, tienen obligación de auditarse incluso si no superan los umbrales generales.
Cumplir con la obligación de auditar las cuentas anuales no solo evita sanciones, sino que refuerza la credibilidad y transparencia de tu empresa ante clientes, bancos y administraciones públicas.
Si tienes dudas sobre si tu empresa está obligada a auditarse o quieres preparar el proceso con tiempo, contáctanos sin compromiso.
En Milla, Martínez y Asociados, te ayudamos a verificar si cumples los requisitos legales, planificar la auditoría y coordinar todo el proceso con auditores externos para que tu empresa cumpla la normativa con seguridad y sin sobresaltos.

